5/31/2008

En aquel extraño lugar

Hace unos días, exactamente el martes, después de un día de estudio muy agotador, después de hacer todas mis tareas y lo que me habían mandado a estudiar, se me ocurrió ponerme a ver la tele un rato. Estaba cansada y me quedé dormida. Cuando me desperté estaba en una habitación inimaginable, decorada con objetos antiguos, cortinas colgantes, una mesita preciosa, unas paredes pintadas con dibujos abstractos y otras cosas sorprendentes. Yo estaba acostada en una cama inmensa y rodeada de muchos cojines, todos de distintos tamaños, cada uno de ellos me parecía aún mejor.

Al ver ese sorprendente lugar, me entró curiosidad y quise explorarlo. Cuando iba a levantar, algo me lo impedía, tenía las manos atadas con una cuerda al cabecero de la cama, intenté desatar los nudos con la boca, pero me fue imposible. En un lateral de la cama había un cuchillo muy afilado de plata con una extraña escritura en el mango. Lo cogí con los dientes y conseguí cortar la cuerda. Una vez cortada salí corriendo por el portón de madera.

Había un gran pasillo, y al final de éste unas escaleras de caracol. Con dudas, bajé por las escaleras muy lentamente, para no hacer ningún ruido, pero me fue imposible. Colgando del cuello tenía una gargantilla rodeada de cascabeles de distintos colores, me preguntaba quién me la había puesto. De repente se oyó una alarma, corrí lo más rápido que pude hasta que encontré una puerta entreabierta. Sin pensarlo me escondí en aquella habitación, no sabía que ocurría. En la habitación había un montón de personas, todos estaban intentando salir de allí. Cuando me fijé en ellos, llevaban aquel colgante en el cuello. Les pregunte qué pasaba, pero nadie contestó. A lo lejos se oía una voz que susurraba una frase, en ese momento me acordé de la inscripción del cuchillo y le pregunté al que susurraba:

-¿Tú también lo has visto?
-¿Visto el qué? –me dijo.
- El cuchillo de plata con aquella inscripción.
-Si, lo he visto…-respondió con temor.
-¿Sabes qué significa?

En ese momento el hombre salió corriendo y se perdió entre la gente. Le seguí pero al poco tiempo lo perdí de vista. Ya no sabía qué hacer, estaba confundida, así que se me ocurrió salir de la habitación. Mientras abría la puerta, miré hacia atrás y el hombre con el que estaba hablando me gritó:

-¡No!

Le hice caso y no salí, pero no podía contenerme y volví a preguntar:

-¿Sabes qué quiere decir la inscripción?
-No debes salir ahí fuera-me alarmó sin escuchar mi pregunta.
-Pero, ¿por qué?
-Están buscando al elegido.

Después de hablar durante un rato me hizo saber que el elegido era una de las personas que estaban allí dentro, y que la querían para hacer un sacrificio y entregar su corazón a la hija del rey, para curarla y que así pudiera recuperarse de su enfermedad.

Todos los que estaban en la sala habían visto el cuchillo, pero sólo podía leerlo el elegido. Esa era la forma de descubrir quién era. Los cascabeles se llevaban para que nadie escapase, ya que con su sonido se activaban las alarmas. Mi padre siempre me había dicho que todo tenía una explicación razonable, y así fue.

De repente me vino a la cabeza una serie de imágenes: el cuchillo, la inscripción y la frase “será el elegido”. Entonces me di cuenta de que yo era la elegida. No quería decir nada, pero al cabo de unas horas nos pasaron uno a uno a una pequeña sala de máquinas, nos hicieron unas pruebas y nos dejaron salir. Cuando llegó mi turno, sólo podía pensar el aquellas imágenes. Nadie me dijo nada tras hacerme las pruebas, pero cuando todos terminamos, me llamaron por unos altavoces. Yo me escondí, pero unos guardias me arrastraron hacia fuera. Ya era tarde, no podía hacer nada, había llegado mi fin, cerré los ojos y respiré profundamente, sólo quería que todo ésto acabase de una vez.

Me ataron a una silla con cuerdas, cogieron el cuchillo de plata y cuando estaban a punto de clavármelo, me desperté.

Era ya de día, estaba amaneciendo y debía ir al colegio, era una pesadilla. Podría haber sido un simple sueño, no lo fue. De camino al colegio, cuando iba en el coche, vi al hombre con el que había soñado, era él, sin duda. Quise bajarme a hablar con él pero ya llegaba tarde, así que lo dejé pasar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta tu historia, es facinante.
Sigue así y crearás muchas historia que poner en tu blog. Un beso

Anónimo dijo...

ola sara nos encanta tu historia,FELICIDADES.BS